Por vosotros.

De niño nunca quise creer las verdades que me contaban, no quise ver las realidades que en mi vida iban a aparecer. Me insistieron tanto en ellas que llegué a un punto en el que las fui a buscar.

Seguía siendo un niño pero había decidido. Había creído en mí, en mi persona, en mi juicio para hacer lo que creía que era correcto. Así que, ya no era tan niño.

Seguía siendo el mismo estúpido pero con iniciativa y sobre todo sabía lo que me encontraría una vez fuera allí, con lo que me toparía, y sobre todo, con lo que me pasaría. Quise intentar atender a vuestros avisos, pero es imposible aprender si no lo vemos con nuestros propios ojos.

He aprendido mucho de vosotros, y os agradezco vuestros consejos, vuestra fuerza, y sobre todo vuestra buena fe en lo mejor para mí. Os doy las gracias por algo que no he seguido, o que quizá no he cumplido como deseabais, pero lo he tenido presente en todo momento, y sí que es cierto que he encontrado vuestras verdades en muchos sitios. Os agradezco de todo corazón vuestro esmero por mí.

Estoy donde estoy gracias a aquel niño estúpido con iniciativa. Veo las cosas como son gracias a eso, y pienso y actúo a partir de todo lo que he visto y hecho. Y contando a la vez, con vuestras ideas, que nunca han formado parte de mí, pero siempre han estado ahí como un libro al cual consultar de tanto en tanto, como un manual complejo para encontrar el funcionamiento correcto de la maldita aeronave que surca el espacio.

Este soy yo, totalmente sencillo y con algunas lecciones aprendidas, con otras por aprender y con algunas cursándolas.

Gracias, gracias y mil gracias por estar conmigo, por cuidarme aun siendo mayor y por darme algo tan importante como este amor. Ojalá os pueda pagar algún día todo lo que habéis hecho por mí, y también, por lo que seguís haciendo.

Descargándome, gracias.

Hace tiempo que no te escribía,
Hace tiempo que no te decía,
Tiempo que no te dirigía,
Tiempo que no me dirigías.

Hoy, estoy aquí para decirte adiós.

Tú eras el día, yo la noche,

Tú complementabas mis fallos,
Yo los tuyos.

Tú me rompiste el corazón,
Yo lo sufrí.

Y sí, estoy orgulloso,
Pues he conocido qué es estar enamorado.
Y aferrarse a una persona tanto en lo malo como en lo bueno.
He conocido un gran mundo de colores,
Pero también los dolores, y grandes, de cabeza.

Me he preocupado por conseguir que fueras feliz,
He pensado solo en ti y he pintado montañas por ti,
Me he arrastrado entre fuegos,
He intentado sonreírte cuando no me ayudabas,
Cuando solo, por puro egoísmo, te preocupabas por ti misma.

Hoy he encontrado fuerzas para demostrarte que estoy cansado,
Que no quiero pensar más en ti porque no te lo mereces,
Porque necesito devolverte tu favor con creces,
Y por muy duro que sea

Por fin me puedo separar de ti,
Por fin puedo dejar de pensar en ti,
He malgastado tiempo de mi vida por ti,
Pero he aprendido ciertas cosas,
Gracias a ti.

Ahora, mis energías han aumentado,
Y espero que nunca vuelvas,
Que nunca me hables,
Que nunca me dirijas la palabra,
Y si vienes,
Por dónde habrás venido te irás.

Vete para nunca regresar,
Regresa y no serás nadie para mí.

Adiós para siempre.

Y todos aquellos que crean que voy de poeta con esto, van muy equivocados. Primero, porque no me gusta la poesía y segundo porque no sé hacer y mi intención en ningun momento ha sido de reflejar rimas.

Así que remarco que esto no es ninguna poesía, las pausas están hechas para que las frases sigan un ritmo, un acento marcado, no busco rimas en mis palabras sino sonido, como una canción barata.

Y tampoco tengo porque justificarme, como bien dije, este blog es para evadirme y para nada más.

El primero y quizá el último

Esta especie de poema-prosa, lo escribí hace tiempo también. Fue mi primer texto con algo de rima, y el título es suficientemente adecuado… Nunca he sido de expresarme de esta forma, pero lo quise intentar, sin usar el tomo poémico de un poema, es decir, a mi propia manera. No tiene nada especial, pero como siempre, me gustaría compartirlo.

Un sentimiento de tristeza es el que me envuelve…

Sensaciones lejanas, las que me hacen pensar,
Que en este mundo no crezco conmigo a gusto.

Lejos de mis sentimientos, me hallo en un lugar de confuso.
No hay salida, no hay escapatoria, no hay cuenta atrás para empezar.

Los números han desaparecido
Aquí no encuentro los valores de la palabra
Sencillamente todo carece de sentido
Más allá de mi razonamiento, se encuentra mi persona,
Encerrada en un lugar, del que nunca debe salir
Adaptándose cada vez a un mundo de porvenir

Después de años encerrado,
Ya no quiero salir, no quiero abrir esta puerta con candado,
Pues abriéndola ya no obtendré nada,
Más tristeza que felicidad, aguantando la vida,
Esperando a que llegue el final de esta vía.
Condenado.

Esta vía conduce a toda persona, a diferentes lugares:
Lugares maravillosos, emocionantes y felices…
Lugares horribles, desvividos y tristes…
Lugares que poca gente conocerá

Noches como hoy hay pocas, pues este texto realzará,
El sentido de mis palabras,
Desentendido, buscando una explicación en mi ser vivo,
Surgirán frases que nadie podrá interpretar,
Nada más mi locura, mostrará verdad
Aquello que alguna vez alguien vio con seriedad.

Mañanas de aburrimiento

Este texto lo escribí hará al menos cerca de 3 años o quizá más, lo publico porque quiero que se vea la evolución, y tampoco es que sea tan horrible de leer, y el tema de que trata es algo complicado… Me sorprende que pudiera escribir algo así en aquellos tiempos. Para que tengáis una idea, son simples teorías, pensamientos, pero que igualmente, no son mis creencias. Mis creencias aun no están formadas y lo que sigue existiendo es lo que viene a continuación, teorías, tanto simples, como complicadas… Y en este texto solo muestro tres burdas y tontas teorías, pero hay muchísimas más.

Mañanas de aburrimiento,
Tardes de distracción,
Noches de insomnio.

Reacciones provocadas por la simple causa de existir, ser persona, vivir en este mundo de sueño en los que todos creemos que lo que importa es aprovechar el día a día, puesto que más adelante, según nuestra forma de pensar, nuestra sociedad, es el fin, un mundo negro que nadie conoce con exactitud su final.

Dejando de banda la religión, la muerte se puede mostrar de varias maneras diferentes; la primera sería la muerte “oscura”. Con la muerte oscura me refiero a que una vez muerto (cuando tu corazón da su último látido, y tu cerebro su último respingo de información), vas a parar al mundo de la oscuridad.

Este mundo, es quizá el más conocido por la mayoría de personas no creyentes y no pensadoras de su propia vida. Personas que viven simplemente por el bienestar de su vida, por llegar a ser lo mejor, pero sabiendo que hay un final en ella que es la “nada”. Este aspecto quizá es el más negativo y quizá el más realista, no obstante, nos lleva a un vacío, que la mayoría de gente no sabe explicar.

El segundo tipo de muerte sería la reencarnación. Según otras culturas, nuestra alma, ha pertenecido o pertenecerá a un cuerpo de un animal. Todos nosotros, si pensamos, llegamos a la conclusión de que tenemos un animal preferido. Según algunas culturas, el agrado de un animal (sea un perro, un pájaro, un pez, una rata…) está directamente proporcionado con lo que éramos anteriormente.

Con esto se puede afirmar que el alma nunca muere y siempre va a parar a otro cuerpo que está a punto de nacer, solo que al morir, toda la memoria queda en nuestro cuerpo, y nada más los hechos más importantes permanecen en nuestra alma (sean sentimientos profundos, gustos, pensamientos que no solo nos han llegado al cerebro sino que al fondo de nuestra alma). Todo ello comporta a la desaparición de los recuerdos y a la conservación de dichos sentimientos, es por eso, que cualquier persona que se ponga a pensar en lo más hondo de su alma, puede entender que su alma no está vacía, ni tampoco llena por la persona, sino que contiene elementos que hoy en día no llegamos a comprender, donde miles de teorías afloran buscando una explicación a este fenómeno.

El tercer tipo de muerte, está más ligado a la religión. Esta historia me la explicó un compañero de clase. Afirma que no se siente del todo identificado con la religión, pero cree en la mayoría de hechos que se explican, ya que ve en ellos bases completamente sólidas. Pero el tema no es explicar la religión (en este caso la católica) sino explicar el tercer tipo de muerte. Tal y como empecé, según la Biblia, al principio de todos los tiempos existía un mundo perfecto donde todas las personas eran perfectas (ángeles) y reinaba la paz y la armonía entre todos. Este hecho duró cierto tiempo hasta que algunos de los ángeles empezaron a “comportarse mal” en el mundo perfecto de Dios. Dios, como ser espiritual de gran poder decidió castigar a dichos ángeles que se habían comportado mal en su mundo y decidió crear un infierno para ellos. Dios creó ese infierno para que las almas de los ángeles pudieran purificarse y con ello limpiar todos sus pecados. Es decir, volviendo al tema principal, creó un infierno.

La pregunta está en: ¿Para vosotros, qué es ese infierno?
La respuesta típica de un creyente o hasta de un no creyente es sencilla. El infierno es un mundo que está por debajo de nuestros pies, es invisible, reina el fuego de la tierra y ahí están todos los que son castigados por Dios.

Pues bien, ahora pensemos una cosa: ¿Cuántos infiernos creó Dios? Según la Biblia solo creó uno, y ese infierno no era nada de llamas, ni fuego, ni temor, ni miedo, ni castigo…Simplemente, era un mundo paralelo al suyo, o quizá un invento de su “retorcida” mente. El caso es que Dios creó un mundo para los ángeles castigados y dicho infierno fue nombrado como “La Tierra, o el Planeta Tierra”.

Una vez acabada la explicación surgen dudas: según la religión cristiana, nuestro mundo es el que creó Dios, y por tanto, no es ningún infierno. Es una duda razonable, pero muy fácil de resolver puesto que Dios, lo queramos o no, es algo intangible pero, según la religión existe. Así pues, la respuesta a saber cuál es el inferno es la siguiente: nuestro mundo (mundo tangible), y el cielo, el lugar de los ángeles es el mundo paralelo (mundo intangible para nosotros pero que existe para las almas perfectas donde la verdad reina en todos los sitios) y Dios, es un ser omnipotente que lo ha creado todo.

Y aquí es donde entra el tema de la muerte. Según nuestros pecados en la Tierra, seremos juzgados por ángeles que decidirán si vas al mundo perfecto o al mundo imperfecto. Si vas al mundo perfecto ascenderás al mundo paralelo (el primer mundo creado por Dios), si por lo contrario, los ángeles deciden que no mereces ser digno de pisar el mundo perfecto, serás enviado “de nuevo” al infierno (el planeta Tierra).

Con esta teoría se puede responder la pregunta de: ¿Por qué si Dios existe permite que pasen todas estas desgracias?
Porque Dios no aprecia el infierno ni tampoco a los pecadores.
¿Por qué existe una Biblia que explica un concepto de la vida, la muerte, el infierno y el cielo totalmente diferente a tu explicación?
Porque Dios quiere que todos sus ángeles vuelvan al mundo perfecto y necesita guiarlos de alguna manera. Por ese motivo se inventa una “Biblia”. Si pensamos más a fondo, observamos que todo lo que dice la Biblia es algo irreal y con pocas bases sólidas, pero es posible que Dios se equivocase creando un infierno tan imperfecto lleno de preguntas sin respuestas.

Capítulo de la sabiduría

¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Cómo podemos llegar a ser felices? ¿Hay alguna manera de ayudar a aquellos que lo necesiten y no herir a los cuales no les hayas podido prestar tu ayuda? En esta vida podemos llegar a ser todo aquello que nos propongamos pero, ¿por qué muchos de nosotros no lo conseguimos?

¿Por qué nuestro vocabulario es tan simple? ¿Por qué estamos castigados a no podernos expresar a la perfección, y sobretodo a no poder usar nuestro 85% restante de cerebro? Y, ¿por qué todos aquellos que lo intentan acaban mal? No hay nadie o no conozco a nadie que haya conseguido mantener su persona después de intentar superar nuestro límite. Pero… Es eso, o ¿simplemente que como no encontramos explicación lógica a su estado lo llamamos locura?

¿Quién nos ha castigado a esta estupidez? ¿Qué nos ha castigado para toda nuestra vida pudiendo avanzar en el progreso de nuestra civilización? ¿Vivimos realmente en el paraiso o estúpidamente en el infierno?

En esta vida intentamos entenderlo todo, pero cuando todo se acaba nos damos cuenta que no hemos comprendido nada y que además hemos cometido los errores de los cuales nos advertían. Así pues, ¿estamos condenados a comprender todo aquello que nuestra alma aun no ha logrado comprender por culpa de nuestra persona hasta la saciedad?

¿Cuántas vidas vamos a necesitar para poder volar?

Nuestra vida, nuestros cerebros, nuestra especie, nuestra continuación.

Capítulo de la sabiduría, de alguien que cree que es sabiduría y no estupidez, cuando estúpidamente podría reconocer que es gilipollismo agudo provocado por los movimientos y señales eléctricas mal interpretadas por nuestro cerebro.

Volver arriba